Mi esposa nunca ha sido una gran fanática de los cómics, si bien he de decir que muestra ciertas simpatías por autores como Peyo, F. Ibáñez, Quino, Forges o Cels Piñol. Pues bien, aprovechando la visita al Salón del cómic de Granada de éste último, decidí quedar como todo un señor y llevarme estanpada su firma. Ni corto ni perezoso me dirigí a la fila y estuve esperando pacientemente hasta que, justo cuando era mi turno, Cels decidió ir a comer.
Tras unas amables palabras por su parte quedamos en que por la tarde me firmaría gustoso mis ejemplares y tal y cual. Claro, claro... pensé yo. Este luego ni se acuerda... Pero cuando llegó el momento, la sorpresa fue enorme, el señor Piñol, que me demostró con este gesto que lo es, recordó nuestra conversación y amablemente me obsequió con lo que acontinuación podéis ver...
© CELS PIÑOL